Imaginemos esta situación
Estamos a fin de mes y nuestro coche ha decidido que no quiere funcionar más, no podemos pedirle dinero al banco porque tardaría demasiado y nuestro entorno está igual o peor que nosotros en temas monetarios. Es el momento en el que pensamos necesito dinero rapido
¿Qué podemos hacer?
Es entonces cuando se nos enciende la bombilla y recordamos algún anuncio de esas empresas de créditos rápidos que hemos visto, escuchado o leído en algún lugar indeterminado.
Así que, tras una pequeña búsqueda, que seguramente no nos llevara más que un par de minutos, nos decidimos a llamar a dicha empresa para pedir un crédito, que nos asegurará cubrir los gastos que genere reparar nuestro coche.
Lo malo de estos créditos rápidos es que a la hora de devolver el dinero, siempre nos cobraran más que en el banco.
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